Cuentos para un 1 de noviembre
Nos encontramos en el año 4091, la superficie de la Tierra presenta un aspecto desolador. Una gran explosión nuclear ha terminado con cualquier signo de vida en el planeta. Pero un leve rumor se escucha entre el polvo que cubre la carretera que une Carboneras con Arguisuelas. Un grupo de jóvenes se habían ido de excursión a Marte y cuando volvieron no había nadie; entonces entraron en sus casas, al entrar descubrieron un montón de cadáveres. Era muy duro ver a sus familiares muertos en el suelo con expresiones de mucho dolor. Los chicos fueron a por sus armas porque no sabían a lo que se enfrentaban, debían estar alerta. Cogieron un coche y fueron a inspeccionar por la zona a ver si había señales de vida y a coger algunas provisiones. Pararon el coche, repostaron y cogieron comida, pero de repente escucharon un gran estruendo. Arrancaron corriendo el coche y fueron a ver, vieron a lo lejos unos ciervos gigantes, no eran ciervos normales, balaban y tenían los ojos rojos. Los chicos se pusieron a dospararles hasta que se quedaron sin balas, y les acorralaron. Cuando se quisieron dar cuenta ya los tenían encima, empezaron a morderles y sangraban mucho, hasta que se los comieron vivos. Esos chicos eran la única esperanza de que la Tierra prosperara, pero ellos también murieron.